Este ser, pasa parte de su vida viviendo dentro de un mundo virtrual; piensa mas en entretenerse y tener sensaciones excitantes; le gusta la intensidad y  la fugacidad. Esta sometido a una gran cantidad de información y huye de la monotonía. Este ser transformado siempre está en busca de cambios; se caracteriza por ser interactivo, espontáneo, inquieto, resuelto, crítico, hábil en el uso de tecnologías y ávido de experiencias y sensaciones nuevas;

En consecuencia, si trasladamos todo esto al entorno educativo nos tendríamos que plantear la siguiente pregunta ¿nuestro alumno será capaz aprender si nuestro método de enseñanza no comparte sus características e intereses? ¿podremos adecuar nuestra metodología de enseñanza si no conocemos el tipo de alumno con el cual nos tenemos que relacionar?

 

La respuesta a estas preguntas es un rotundo ¿NO!.

¡¡Es necesario un cambio en el método y en los roles de los participantes en el proceso educativo!!