PLAN DE ACTUACIÓN CONDUCTUAL

M Pilar Flores
PLAN DE ACTUACIÓN CONDUCTUAL
Ezagutza arloa
Hezkuntza testuingurua
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PLAN DE ACTUACIÓN CONDUCTUAL

¿Cuáles son las conductas a disminuir?

  • - hacer ruidos corporales (risas, gritos, ecos, …) con ánimo de molestar
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  • - hacer ruidos con objetos (golpear la mesa, tirar cosas, tamborilear con el lápiz…)
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  • - levantarse constantemente del sitio o deambular por la clase
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  • interrumpir el ritmo de clase, no dejar trabajar a los demás
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  • salir y entrar de clase o desplazarse por el centro sin permiso
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  • proferir insultos contra compañeros

  • decir palabrotas, frases soeces

  • burlarse de los compañeros

  • quitar cosas a compañeros

  • amenazar a compañeros

  • agredir a compañeros

  • estropear (pintar, escribir, romper) los materiales de compañeros o comunes

  • negarse a hacer lo que dice el profesor

  • burlarse del profesor, vacilar, bromear, despreciar

  • desafiar o amenazar al profesor

  • insultar al profesor

  • agredir al profesor

¿Cuáles a incrementar?

  • Autocontrolar su impulso de agresividad

  • Expresar verbalmente lo que le ocurre y siente, lo que no le gusta o no quiere hacer

  • Participar de las rutinas escolares con normalidad

  • Aplazar el deseo

  • Reconocer el error, pedir disculpas y reparar con sinceridad

  • Actitudes de ayuda y empatía con los demás

¿Qué es lo que desencadena el problema de conducta?

  • Enfrentarse a tareas difíciles para él

  • No tener el material o la tarea prevista

  • Enfrentarse a situaciones y/o tareas en las que se evidencian sus límitaciones y otros le superan

  • Visita familiar

  • Haber tenido un conflicto que ha quedado sin resolver

  • Necesidad de autoafirmación y/o establecimiento de rol frente a otros

  • No obtener inmediatamente algo que quiere

  • Llamada de atención por celos

  • Cambio de medicación

  • Cambio de educadores

  • Pérdida de figuras de referencia

  • Dolor físico

¿Qué hace el alumno justo antes?

  • Evitar la actividad creando un conflicto

  • Quejarse

  • Vacilar, bromear

  • Menospreciar

  • Amenazar

  • Inquietud motora, nerviosismo

  • Tono de voz alto

¿Qué deberíamos hacer si ocurre un suceso que normalmente se da antes del problema de conducta?

  • Ofrecerle ayudas para afrontar la situación/actividad no deseada (apoyo personal, de compañeros…)

  • Dar opciones cuando no quiere realizar una tarea, buscar alternativas de actividad. Darle a elegir.

  • No centrarse en la disrupción y desviar su atención de la conducta precursora. Centrar la atención en la tarea.

  • Evitar que el conflicto “escale” y se agrande.

  • Hacer la previsión de lo que necesitarán para la próxima sesión: tareas, materiales,… anotar en la agenda

  • La salida permite mantener una breves palabras con aquéllos/as que no hayan colaborado.

  • Posibilitar tiempo de relajación, descanso o cambio de contexto.

  • Plantearle tareas de responsabilidad de grupo para favorecer el cambio de actitud.

  • Recordarle lo que se espera de él, la conducta en positivo y el refuerzo por conseguirla.

  • Darle atención o retirársela según la circunstancia. No se le debe dar cuando está “disruptivo” sino cuando está “bien”.

¿Qué cosas podemos cambiar para que eso no ocurra?

  • Facilitar momentos de descanso, relajación o cambio de contexto.

  • No intervenir en situaciones de conflicto en las que se den disputas a no ser que haya faltas de respeto y/o agresión.

  • Darle actividades y tareas de mantenimiento del aula (encargado de borrar la pizarra, de cerrar y abrir ventanas, de repartir libros, de limpieza, de decoración...).

  • Presentarle actividades motivantes que le supongan un reto.

  • Evitar situaciones de competitividad.

  • Dedicarle tiempo de atención personal

  • Mantener siempre un ritmo de trabajo, cambiar de actividades sin sobresaltos (las transiciones traen mucha disrupción), no dejar “tiempos muertos”. No dejar una actividad y retomarla abruptamente después de comenzar otra.

¿Qué deberíamos hacer si el alumno hace las conductas que se quieren disminuir?

  • Mantener la calma. No mostrar sobreenfado ni confusión, pero tampoco ignorar la conducta. Responder de forma serena y asertiva.

  • Facilitarle la comunicación,  “escucha activa”, ayudarle a expresar lo que le pasa.

  • No sermonear, no amenazar, no criticar al alumno, juzgarle, darle consejos, órdenes, intentar distraerle o darle la razón para que se calle.

  • No entrar en el juego de poder, conviene no “escalar” el conflicto, imponer la autoridad con asertividad (recurriendo a los derechos de los demás, a las normas, a la tarea...) y quedar para hablar con él/ella personalmente después de la clase.

  • Intentar mantener un tono de voz medio, los brazos pegados al cuerpo, una postura relajada y no señalar con el dedo.

  • No olvidar al resto de la clase cuando se está atendiendo al mal comportamiento. Puede ser lo que pretende.

  • Tener un relato ajustado de los hechos según las diferentes versiones para ver su grado de responsabilidad.

  • Consecuencias: inmediatas, consensuadas, respetando dignidad alumno, consentimiento de la familia, teniendo en cuenta las variables/atenuantes.

  • Ser claro, conciso y consistente en la expresión y consecución de la norma y la consecuencia

  • Utilizar preferentemente estrategias de refuerzo positivo antes del castigo.

  • Facilitar que descargue la agresividad en un contexto adecuado y se relaje.

  • Ante una conducta negativa de evitación: darle alternativas y enseñarle a verbalizar lo que quiere evitar o no quiere hacer (no quiero, no lo sé hacer, es difícil) sin necesidad de que utilice problemas de conducta.

  • Analizar cuál es el objetivo y el sentido de la conducta negativa para el alumno (socializar, autoafirmarse, evitar, llamar la atención...)

  • Analizar cuál es el desencadenante de la conducta.

  • Dar opciones cuando no quiere realizar una conducta.

¿Qué deberíamos hacer si el alumno hace la conducta que se quiere incrementar?

  • Procurar siempre aplicar el refuerzo positivo (con el fin de incrementar la conducta deseada).

  • Regularmente poner notas, halagar, motivar, dar retroalimentación de atención individualizada cercana.

  • Posibilitar que realice una actividad que le guste: dibujar, ver un vídeo, escuchar una canción, darle un dibujo para colorear, un premio material, una responsabilidad que aumente su autoestima.

¿Qué cosas deberíamos cambiar en el contexto?

  • La única forma que tenemos de saber si una consecuencia es eficaz es por su efecto en la conducta.

  • Intentar anticipar, eliminar o cambiar los antecedentes que favorecen la conducta a extinguir.

  • Dedicar tiempo a hacer cosas que le gustan y ayudarle a evitar cosas que le disgustan. Aprender a comunicarnos bien con cada una de ellas.

  • Reforzadores: preguntar sus gustos, observar con qué disfruta, darle opciones. *No todas las preferencias personales funcionan como reforzadores (contrastar su eficacia).

  • Revisar el ambiente personal o de relación (trato, posibilidad de elección).

  • Imprescindible dedicarle tiempo en positivo al alumno y conocerle. Relaciones frecuentes, positivas y con un estilo de comunicación adaptado su nivel. Ganárselo desde lo emocional.

  • Evitar el tópico de que el adulto es un ser dominante al que debe someterse o rebelarse violentamente. Debe parecer que es él sólo el que consigue superar sus conductas y evolucionar hacia una independencia.

  • Decir “así no”, “no hagas”, “otra vez estás haciendo mal”, “no tienes que”… o incluso la instrucción para hacer algo, o un dolor físico puede desencadenar la conducta.

  • No interpretar los comportamientos disruptivos como agresiones personales.

  • No se mostrar una actitud de prepotencia: ser capaz de pedir perdón por las equivocaciones, reconocer que la autoridad no es invulnerable ante el error.

  • Ser consciente del espacio: ocupar diferentes espacios a lo largo de la sesión: delante, entre los pupitres, al final o moviéndose para ver tareas de los alumnos/as.

  • Una salida tranquila con un profesor sonriente y relajado minimiza problemas y es un preludio favorable para el siguiente encuentro

  • Revisar el ambiente contextual (actividades, funcionalidad de las mismas).  

  • Presentar las normas y consecuencias de forma explícita y visible. Dar participación al alumno en el seguimiento

  • Establecer contratos de conducta.

  • Ignorar los comportamientos que no hacen imposible seguir con el proceso de enseñanza-aprendizaje.

  • Enseñar habilidades en contextos reales.

  • Si hay que expulsar, buscar unas condiciones concretas y posibles para la vuelta del alumno.

  • Consensuar una intervención con los maestros de referencia antes de realizarla.