He estado leyendo y escuchando información sobre la clase invertida o flipped classroom y reflexionando sobre el tema .  Esto me recuerda un poco, salvando las distancias, a la idea de "la Reforma de la Enseñanza" de los años 90, en la que participé. 

En los dos casos se persigue el mismo objetivo: La autonomía del alumno.

Es decir, proporcionar al alumno el material necesario para que que sea capaz de conseguir los conocimientos y las habilidades.

¡Esta idea es genial!

Cuando se empezó a experimentar "la Reforma", los alumnos eran seleccionados y excepcionalmente buenos. Los padres, que eran los que les matriculaban, eran personas preocupadas y comprometidas con la educación de sus hijos...

Con estas condiciones el resultado fué bueno.

Más tarde se matricularon todo tipo de alumnos y el resultado no fué el esperado. El proyecto se abandonó.

Cuando veo vídeos de" La clase invertida"  me entusiasmo. Me parece fenomenal.

Pero cuando pienso en ponerlo en práctica con mi alumnado creo que beneficiaría a un porcentaje pequeño.

De todas formas, podría dar una "clase invertida" en alguna ocasión.¡A lo mejor, me llevo una grata sorprresa! 

Ahora, existe un inconveniente que yo no puedo resolver. Algunos de mis alumnos no disponen de los dispositivos (ordenador, tablet...) o de Internet en casa. No son muchos pero...¿qué hacemos con ellos?

"La clase invertida" me parece una buena idea pero un tanto utópica. Tendremos que seguir trabajando para acercar este proyecto al mundo real