Gran parte de la comunidad educativa nos sentimos un poco abrumados por los últimos cambios que se están implantando en nuestro sistema. Cada vez que hay un cambio, surge la incertidumbre y el miedo ante lo desconocido.  Sin embargo, en esta ocasión creo, después de haber leído varios artículos sobre el tema, que estos temores son infundados porque llevamos trabajando con competencias muchos años y no somos los únicos en Europa. El desarrollo del aprendizaje basado en competencias en el ámbito educativo es una realidad desde hace más de una década, aunque su origen no sea puramente educativo.

La sociedad avanza y con ese avance aparecen nuevas demandas educativas, a las que el sistema debe dar respuesta por muy complejas que sean. De esa necesidad de respuesta surge el aprendizaje por competencias. La necesidad de que nuestro alumnado desarrolle competencias ha ido cobrando cada vez más importancia. El conocimiento y las habilidades básicas son necesarios, pero no son suficientes para alcanzar los requisitos de las demandas sociales actuales en una economía globalizada y cada vez más competitiva. El Marco europeo de referencia para las competencias clave del aprendizaje permanente (Comisión Europea, 2004) recoge las ocho competencias clave, consideradas esenciales para el desarrollo y la realización personales, para una ciudadanía activa, así como para fomentar la inclusión social y el acceso al mercado laboral de todas las personas.

1. Comunicación en la lengua materna
2. Comunicación en lenguas extranjeras
3. Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología
4. Competencia digital
5. Aprender a aprender
6. Competencias sociales y cívicas
7. Sentido de la iniciativa y espíritu de empresa
8. Conciencia y expresión culturales

Las competencias clave se pueden expresar y comprender de diversas maneras. Además de las definiciones y los marcos oficiales de cada país, existen varios marcos de competencias internacionales, como la Recomendación del Parlamento Europeo sobre competencias clave para el aprendizaje permanente, el marco de la UNESCO, el marco DeSeCo de la OCDE, el marco Partnerships 21 o el marco ATC21S. Todos estos marcos oficiales a nivel europeo e internacional demuestran que la Unión Europea propone acciones educativas que cada país miembro ha de integrar en su sistema. La mayoría de países de la Unión Europea han introducido los conceptos de competencias clave y de resultados pedagógicos en sus planes de estudios nacionales o en las regulaciones de la enseñanza obligatoria en la última década.

Desde mi punto de vista, para que el aprendizaje por competencias clave tenga éxito no es suficiente con explicarlas y describirlas en las programaciones, sino que también es necesario desarrollar estructuras y métodos didácticos adecuados. Esto último puede suponer un problema para algunos docentes puesto que supone adaptar su práctica docente a un nuevo planteamiento.

Teniendo en cuenta la definición de competencias clave en la LOMCE 8/2013 como las capacidades para aplicar de forma integrada los contenidos propios de cada enseñanza y etapa educativa con el fin de lograr la realización adecuada de actividades y la resolución eficaz de problemas complejos, las clases magistrales quedan desfasadas, ya que con ellas no se favorece el desarrollo de las competencias clave que suponen tres áreas de realización para el alumnado: personal, social y profesional. El papel del profesor-docente también cambia y las interacciones que se producen el aula se multiplican.

El enfoque más recomendado para la docencia de competencias clave será aquel que fomente una educación cooperativa y multidisciplinar. Llevamos años hablando del trabajo por proyectos como paradigma de método para aprender por competencias puesto que permite trabajar varias competencias clave de manera transversal y simultánea. Además, permite poner en práctica de forma integrada, en contextos y situaciones diversas, los conocimientos, las habilidades y las actitudes personales adquiridas.

La puesta en práctica de estos métodos requiere compromiso por parte de toda la comunidad educativa y de la sociedad. A nivel personal he empezado a realizar diversos proyectos con algunos de mis alumnos. Al principio todo era un mar de dudas sobre cómo programar los proyectos, cómo los acogerían, cómo los llevarían a cabo y cómo trabajarían en grupos respetando los plazos y directrices. Para ellos tampoco fue fácil adaptarse a los cambios porque necesitan ayuda para desarrollar su habilidad de aprender de manera autónoma y desenvolverse en contextos nuevos. Sin embargo, poco a poco se han ido adaptando y desarrollando diversas competencias.

Referencias bibliográficas

• Valle, J.M., y Manso, J. (2013). Competencias clave como tendencia de la política educativa supracional de la Unión Europea. Revista de Educación, Extraordinario 2013, pp. 12-33.
• Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa.