Nuevo método de enseñanza por el cual, los docentes podemos interactuar mejor con nuestros alumnos. Bien es cierto, que en una primera fase del proyecto educativo es el propio profesor el que debe realizar un trabajo ingente. Pero, posteriormente, se verá sobradamente recompesado por los resultados que puede obtener. 

Todo principio se presupone difícil, y más aún en estos tiempos en los cuales la carga lectiva está siendo mayor. La realización y preparación de materiales para la Flipped Classroom implica dedicar muchas horas a su elaboración aunque el éxito de su aplicación en el aula parece garantizado. 

Volvemos a los problemas de siempre. ¿Todos nuestros alumnos tienen conexión a internet? ¿Todos tienen un pc o una tablet en la cual puedan visionar los contenidos? En estos tiempos de crisis y bajos salarios, ¿todas las familias podrían permitirse los gastos que implica?

Los nuevos métodos educativos intentan responder a la demanda de la sociedad, y más aún en nuestra sociedad tecnificada. Pero al mismo tiempo, el docente debe de cerciorarse sobre la idoneidad del mismo. Sin quitar un ápice de su valor, hay que reflionar sobre su aplicación práctica y tener en cuenta distintos factores que, realmente, no tienen que ver con la educación en sí, sino con una situación familiar de nuestro alumnado.