SOBRE LAS COMPETENCIAS CLAVE
Comentario acerca del artículo:
ORIGEN
Tal como señala el documento de Valle y Manso, las razones por las que surge el aprendizaje por competencias y justifica su necesidad, tienen su origen en la necesidad de atender las demandas de la sociedad actual, sociedad configurada como una compleja red de fenómenos como son la globalización, el multiculturalismo, las tecnologías de la comunicación, entre otras.
El origen del aprendizaje por competencias surge inicialmente en el ámbito laboral y empresarial, más tarde en el terreno educativo.
El nacimiento de Competencias Clave en nuestro entorno, tiene además un carácter supranacional, surgiendo en el marco de la Unión Europea cuando se definen en la Estrategia de Educación y Formación (2010), teniendo una serie de acciones precedentes que la desencadenan, y ello, con el objetivo claro de proponer políticas educativas concretas en los sistemas educativos de los estados que la integran.
Tras las conclusiones a las que se llega en el Consejo Europeo celebrado en Lisboa (2000), posteriormente en el año 2001, se presenta el Informe de la Comisión (Consejo Europeo 2001), donde aparecen los objetivos que desde ese momento marcarán la política educativa de la Unión Europea para la primera década del siglo XXI,(es en el artículo 2.1. donde aparece la idea de promover en la ciudadanía la adquisición de las competencias).
Con el objetivo claro de implementación del aprendizaje basado en competencias se han creado determinados trabajos, destacando la “Recomendación del Parlamento Europeo y el Consejo sobre las Competencias Clave para el Aprendizaje Permanente” (2006). Con posterioridad, la Unión Europea publica un manual práctico para ayudar a los centros y profesores en la tarea de trabajar por competencias.
El origen de las Competencias Clave no ha estado exento de críticas al atribuir un enfoque competencial a la educación, vinculándola con el mundo empresarial y la empleabilidad.º
Pero dejando al margen estas cuestiones, la evidencia muestra el consenso generalizado del nuevo paradigma educativo encaminado a mejorar los procesos de aprendizaje en las aulas y fuera de ellas, cuando la educación reglada acaba.
DEFINICIÓN
Son muchos los autores que han definido el aprendizaje por competencias y en qué consisten. Según se plantea en el artículo, las Competencias Clave son lo que deben haber adquirido todos los educandos de la Unión Europea al término de su escolarización obligatoria en sus procesos de formación. La competencia tiene tres dimensiones: cognitiva, instrumental y actitudinal. Estas tres dimensiones deben aplicarse de forma práctica y creativa a la ejecución de una tarea que debe tener una relación clara con la vida. “La competencia (…) se debe entender como un desempeño, ya que representa una aplicación práctica de lo que se sabe”.
Las competencias son también “clave” porque aluden a procesos que son determinantes para la adquisición de otros más complejos que implican aprendizajes constantes, en los que juega papel fundamental la creatividad y la innovación en la resolución de problemas.
Las Competencias Clave suponen tres áreas de realización para los educandos: personal (desarrollo personal), social (integración social de manera activa y creativa para la cooperación social) y profesional (cualificación laboral y mejora profesional futura).
LAS COMPETENCIAS CLAVE Y YO
Mi actitud personal ante este tema, así como la actitud de cada uno de los profesionales de la enseñanza actualmente en activo es clave, diría más, es decisiva. Ya que es fundamental creer en la innovación como motor de cambio y mejora en nuestra práctica docente y, por ende, en la mejora de nuestro sistema educativo. Por el momento la innovación viene de la mano de la implantación del aprendizaje por competencias.
Este cambio de paradigma educativo es a la vez y de forma paralela, cambio político, porque se promueve con legislación educativa vigente y reciente, y es a la vez innovación educativa, porque viene avalado por reconocidas voces del campo educativo.
Es nuestro reto como docentes poner en práctica este aprendizaje basado en competencias, y ello a pesar de las lagunas e incorrecciones que desde las propias leyes existen y contando con la inexistencia de un plan de desarrollo práctico, tal y como señala el artículo de Valle y Manso, que atienda a los elementos esenciales y a los tiempos necesarios para su adecuado funcionamiento, así como a su desarrollo, con su evaluación y propuesta de mejora.