Dispositivos móviles: Si uso es imparable... ¿por qué no aprovecharlo?. Mobile Learning y experiencias reales

Candido Morilla

Hoy en día se utilizan los dipositivos móviles para todo. Mejor dicho. No "se utilizan". Utilizamos.

Leemos la prensa en la tablet por la mañana. Revisamos las noticias en Twitter con nuestro móvil en el metro. En el trabajo, si tenemos un rato libre, consultamos en "la tablet del curro" nuestro Facebook. Al llegar a casa por la noche, a veces, nos vamos al servicio con el e-book como compañía.

Tenemos todos estas actividades tan interiorizadas que no nos paramos a reflexionar sobre lo distinto que es todo con respecto a cómo eran las cosas hace quince años. O diez. E incluso cinco.

Si las acontecimientos siguen una evolución similar, y no veo por qué no, el uso de las tecnologías móviles seguirá creciendo a un ritmo vertiginoso. Y si en todos los ámbitos de la vida diaria este crecimiento es imparable, es lógico suponer que la Educación no va a ser una excepción.

En las aulas, estamos continuamente "peleando" con los alumnos para que nos hagan caso a nosotros y dejen el móvil en paz. Es más. Los móviles, a día de hoy, suelen estar prohibidos dentro de los recintos escolares. Al menos, en los que yo he tenido la suerte de trabajar. Otra cosa bien distinta es que los alumnos ignoren esta prohibición, o que los responsables hagamos un poco "la vista gorda" conocedores de que es imposible ponerle puertas al campo.

Llegados a este punto, la reflexión es inevitable. ¿Y si en vez de prohibir los dispositivos móviles, utilizásemos su "fuerza" como herramienta pedagógica?  ¿Sería posible que el alumno se centrara en el proceso de aprendizaje a través del móvil, o simplemente le estaríamos facilitando el "estar a otras cosas"
Evidentemente, hay defensores de todas las posturas en esta cuestión.

Pero en ocasiones, mucho mejor que opinar, es escuchar lo que tienen que decir aquellos que ya han probado lo que se está debatiendo. Por ello, y sin querer imponer mi opinión a nadie, aquí adjunto la opinión de algunos ALUMNOS REALES de la EOI de Sevilla. 

Sí, ya se que no es lo mismo un centro que otro. No es lo mismo un adulto que un adolescente. Pero todo es adaptable. 


Juzgad vosotros mismos.

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