Podemos recordar cuando se trabajaba y escribía sólo en el cuaderno, no existía otro medio.

El avance de las nuevas tecnologias amplió nuestra forma de trabajar, y ya podíamos escribir, editar, añadir imágenes en los documentos, compartir, enviar, ...  con una calidad que nos parecía insuperable.

De nuevo los avances tecnológicos nos situan ante un reto: los móviles de última generalización nos permite conectarnos a la red y, en cualquier lugar y tiempo podemos compartir, aprender, preguntar, buscar, ...

Debemos utilizar esta tecnología pero sin olvidar que no está aún al alcance de todos, muchos de nuestros alumnos y alumnas no tienen móviles con los que conectarse, y por tanto su uso puede suponer una discriminación que abriría la brecha entre las diferentes clases sociales. Se debería garantizar el acceso a estas tecnologías si creemos que son el futuro, pero estos tiempos de crisis no contribuyen a caminar por la igualdad de oportunidades sino que, más bien, profundizan en las diferencias.