A nivel personal considero que una de las competencias o más bien el recurso psicológico que tienen las narraciones digitales es precisamente la posibilidad de narrar, ya sea historias de vida o propia o historias emergentes de una realidad.

En los procesos terapéuticos narrar es uno de los primeros actos para el camino de mejora en los pacientes, pues evoca los sentidos de vida, asuntos del inconsciente, deshago y reflexión de vida propia.

Las narrativas digitales podrían ser ese recurso, contar de otras formas y por otros espacios lo que se nos impide o impedimos contar y ese decir divagara por un universo infinito (web) el cual tendrá siempre una llegada de lectura o escucha (receptor – una persona en cualquier parte del mundo).

Eso es lo maravilloso de las narrativas digitales tu decir siempre irá encaminado a la escucha de otros y esa escucha emitirá aciertos o desaciertos a tu decir, podrá construir mundos paralelos.