Después de la lectura del documento publicado en la Revista de Educación, Extraordinario 2013, pp. 12-33,  me vienen a la mente reflexiones varias:

Por un lado, me declaro un aprendiz de competencias clave. Me invade

la inseguridad de saber cambiar mi estilo de enseñanza-aprendizaje.

A este respecto me planteo que si, a lo largo de mi dilatada etapa de profesor, he sido innovador siempre; podré realizarlo. Eso sí, con la formación pertinente. Este curso es un inicio, junto con el seminario de formación en mi CPR, donde soy coordinador en mi centro.

Por otro lado, la conveniencia de asimilar bien el concepto, y lo que ello conlleva, del concepto competencias clave.

Admito que estamos en una sociedad plural, multicultural, de conocimientos rápidos. Nuestros alumnos tienen a su disposición un conjunto de saberes que nunca antes se había tenido, y ¡en un click!

Reconozco que los saberes, solos, no valen para nuestra sociedad, dejaron de valer hace años, pero el desconocimiento, la apatía – peor – o la inseguridad de hacer cambios educativos en el propio aula y que luego no se podían reflejar en una evaluación preconcebida y diseñada para valorar saberes estáticos, no convencían al profesorado. Así reconozco y aseguro que, eso proyectos multidisciplinares que hacíamos en momentos determinados entre varios profesores, con un tema común, tratado desde diferentes áreas del saber, dónde el alumnado elaboraba un material, resultado de su esfuerzo y trabajo, luego quedaba sin poderse evaluar de una manera real. No había criterios de evaluación, y mucho menos, estándares de evaluación.

Pero, por eso estoy realizando este curso, por esto y por mi forma de ser, estoy deseando empezar a trabajar de esta nueva -y más razonada – enseñanza y escuela.

Al ser un cambio auspiciado por la UE, no nos va a quedar más remedio que avanzar en esta dirección, sin miedos a posibles cambios partidistas políticos.

Creo que otro “escollo” ha sido la existencia de libros de textos y la confusión de que el libro de texto era el currículo.

Ahora con un currículo bien elaborado, con sus criterios y estándares educativos, la cosa cambia.

La competencia digital se pensó que era solamente hacer digital el libro de texto. Hemos necesitado de los avances técnicos y de aplicación en la vida cotidiana para descubrirlo lo equivocados que estábamos.

Cuando comencé en mi etapa docente, en el curso escolar 1984/85, utilizaba en mis clases de historia en octavo de EGB, documentales de videos de la BBC sobre la historia de España. El alumnado elaboraba fichas del contenido del documental visionado. Elaboraba encuestas en sus casas y barrios para los abuelos que había vivido la guerra civil y recogían sus juegos y canciones juveniles durante esa época… Conforme fueron pasando los años, incorporé el ordenador, con aquel MSDos, programas como Globe, en el estudio de la geografía.

Cuando apareció internet, les animé a la búsqueda de información, el trabajo en blogg, …Pero, pronto me di cuenta que faltaba algo más.

Ante un problema cualquiera, por ejemplo, un muro del centro en mal estado, descascarillado, el alumnado propuso su limpieza y pintura con un mural que llevara un mensaje para los pequeños, con personajes inventados, con un lema sobre la limpieza del patio…

Y así, uno tras otro. Grabación de una pequeña obra de teatro escrita por ellos mismos… con un tema sobre la amistad…

Todas estas tareas llevan implícitos un saber, un hacer y un ser.

En mi vida había pensado que todas estas variedades, y otras muchas, iban a ser consideradas como una enseñanza-aprendizaje en lo que hoy llamamos competencias.

Sin embargo, creo que aún me falta mucho por aprender, por trasladar al aula. Hay que sacar del aula a los alumnos, no se puede aprender sobre esta sociedad, para esta sociedad, con esta sociedad, si nos quedamos encerrados en el aula…

Este texto no es para leerlo una vez y ya está, no. Este texto hay que volverlo a leer y seguir reflexionando sobre los cambios que debo imprimir en mi personalidad de maestro y transformar la enseñanza estática en la enseñanza dinámica.

Este curso empieza muy bien, y sospecho que no acabará cuando termine… Siempre habrá algo nuevo, porque esta sociedad está en continuo cambio. Y no debe asustarnos.

Una cosa clara: “No se trata del mismo perro con diferente collar”.- Creo yo, humildemente.